IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

El Congreso peruano destituye a Castillo de la presidencia tras su intento de disolverlo e imponer un estado de excepción

Las Fuerzas Armadas rechazan las medidas autoritarias del presidente. La prensa local reporta su arresto. La vicepresidenta releva a Castillo al frente del Gobierno.
/ Source: The Associated Press

El presidente de Perú, Pedro Castillo, ordenó este miércoles disolver el Congreso y dictó un estado de excepción para regir por decreto el país bajo toque de queda, apenas horas antes de que el Congreso votara por tercera su destitución (en las dos anteriores no hubo mayoría suficiente). Entre denuncias de golpe de Estado y con una cascada de renuncias en el Gobierno de Castillo y otras altas instancias estatales, el Congreso se reunió de todas formas y votó esta vez sí destituir al presidente. La prensa peruana reporta ahora que ha sido detenido, tras un comunicado de las Fuerzas Armadas de apoyo a la democracia. La vicepresidenta, Dina Boluarte, que previamente había dimitido, es ahora la nueva gobernante del país.

En un mensaje televisado a la nación, Castillo dijo que convocaría elecciones “a la mayor brevedad” para formar un Congreso constituyente que elaborará una nueva ley fundamental en un plazo de nueve meses. Entre tanto, dijo, gobernaría por decreto y con un toque de queda de 10 de la noche a 4 de la mañana. Dijo además que reorganizaría el Poder Judicial, el Ministerio Público, el Tribunal Constitucional y la Junta Nacional de Justicia.

Dina Boluarte
Boluarte asume el cargo de presidenta.Sebastián Castañeda / REUTERS

El anuncio se produjo horas antes de afrontar el tercer intento de destitución por parte del Congreso en un año y medio de gestión por “permanente incapacidad moral”. Tras conocer la orden de disolución, los parlamentarios se reunieron de todas formas y esta vez sí acordaron destituir a Castillo por 101 votos a favor, 6 en contra y 11 abstenciones.

El Pleno del Congreso citó después a la vicepresidenta, Dina Boluarte, que había renunciado antes y denunciado un golpe de estado por parte de Castillo, para que jurara como presidenta. Boluarte, abogada de 60 años, es la primera mujer en alcanzar la presidencia en más de 200 años de república; era la vicepresidenta de Castillo desde que éste asumió el poder en julio de 2021.

Castillo, por su parte, salió del palacio presidencial en un automóvil que se trasladó por el centro histórico de Lima y luego ingresó a una dependencia policial. Según imágenes difundidas por La República, está en las instalaciones de la Séptima Región Policial de Lima.

En una fotografía difundida por la policía -que luego fue eliminada de su cuenta de Twitter- se podía observar a Castillo dentro de la estación sentado en un sillón y rodeado de fiscales y agentes.

Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional habían señalado en un comunicado conjunto que "son respetuosas del orden constitucional establecido". "El artículo 134º de la Constitución Política establece que el presidente está facultado para disolver el Congreso, si éste ha censurado o negado su confianza a dos Consejos de Ministros", dijeron, "cualquier acto contrario al orden constitucional establecido constituye una infracción a la Constitución y genera el no acatamiento por parte de Fuerzas Armadas y Policía Nacional".

Las autoridades pidieron a los peruanos "mantener la calma y confiar en las instituciones del Estado legalmente establecidas".

Denuncian "un golpe de Estado"

Legisladores de diferentes bancadas del Congreso denunciaron las medidas de Castillo. “Esta decisión configura un golpe de Estado y se aleja de todos los marcos constitucionales”, dijo la legisladora izquierdista Ruth Luque, cuyo partido ha apoyado habitualmente la permanencia de Castillo en el poder. "Es un golpe al estilo del 1992”, en referencia al entonces presidente Alberto Fujimori.

El congresista José Cueto, del partido conservador Renovación Popular y excomandante militar coincidió en que "es un golpe de Estado”, y dijo las Fuerzas Armadas “respaldan al Congreso”.

La fiscal general, Patricia Benavides, rechazó "de manera enfática todo quebrantamiento del orden constitucional" y llamó “a respetar la Constitución Política, el Estado de derecho y la democracia que tanto nos ha costado lograr”.

Cascada de renuncias al máximo nivel

La vicepresidenta, Dina Boluarte, anunció su dimisión y publicó un mensaje en la red social Twitter: "Rechazo la decisión de Pedro Castillo de perpetrar el quiebre del orden constitucional con el cierre del Congreso. Se trata de un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional que la sociedad peruana tendrá que superar con estricto apego a la ley". También renunciaron:

  • El principal defensor legal de Castillo, el abogado peruano Benji Espinoza, tras considerar que se ha “producido una ruptura del orden constitucional” en el país andino. 
  • El ministro de Justicia, Félix Chero, dejó el cargo que ocupaba desde marzo por “respeto a la institucionalidad democrática”.
  • El ministro de Educación, Rosendo Serna, que dijo en Twitter: "En respeto irrestricto a mis convicciones y valores democráticos, he decidido renunciar irrevocablemente al cargo".
  • El ministro de Economía, Kurt Burneo, que indicó: "Habiéndose vulnerado el Estado de Derecho y en línea con mis principios democráticos, presento mi renuncia irrevocable al cargo".
  • El ministro de Trabajo, Alejandro Salas.
  • El canciller peruano, César Landa, que denunció “un autogolpe de Estado” e invocó a la comunidad internacional a ayudar al “re-encauzamiento democrático”. También renunciaron el embajador en la ONU, Manuel Rodríguez Cuadros; y el representante ante la OEA, Harold Forsyth, “por razones morales y profesionales”.
  • La ministra de Cultura, Silvana Robles.
  • Walter Córdova Alemán, renunció a su cargo como comandante general del Ejército por “motivos estrictamente personales”.

Congreso de Perú.
La policía monta guardia mientras la gente se reúne afuera del Congreso en Lima este miércoles.Sebastián Castañeda / REUTERS

México ofrece asilo a Castillo

El Gobierno de Joe Biden rechazó las medidas de Castillo e hizo un llamado a la población peruana a “mantener la calma” ante la incertidumbre desatada en el país. “Estados Unidos rechaza categóricamente cualquier acto extraconstitucional del presidente Castillo para impedir que el Congreso cumpla con su mandato”, expresó en un comunicado la Embajada estadounidense en Lima.

El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, anunció por su parte el aplazamiento de la Cumbre de la Alianza del Pacífico prevista para el próximo miércoles en Lima, por “los últimos acontecimientos”. “Si Pedro Castillo pide asilo a México, se lo damos, pero no lo ha solicitado”, aseguró.

La cancillería argentina indicó en Twitter: “Argentina lamenta y expresa su profunda preocupación por la crisis política que atraviesa la hermana República del Perú”.

“Consideramos lamentable que por intereses de las élites económicas y políticas, desde el comienzo de la Presidencia legítima de Pedro Castillo, se haya mantenido un ambiente de confrontación y hostilidad en su contra hasta llevarlo a tomar decisiones que le han servido a sus adversarios para consumar su destitución”, expresó el presidente Andrés Manuel López Obrador en Twitter.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador hizo “un llamado a todos los actores políticos para mantener el Estado de Derecho y la democracia” en redes sociales y exhortó a la comunidad internacional a facilitar el proceso democrático en el país.

El canciller de Ecuador, Juan Carlos Holguín, formó parte del grupo de alto nivel designado por la Organización de Estados Americanos (OEA) para evaluar la situación política de Perú en noviembre, y en cuyo informe pidió convocar un diálogo e iniciar una tregua política para superar la crisis de gobernabilidad que atraviesa el país.

Investigado por presunta corrupción

Castillo, a quien la Fiscalía investiga de forma preliminar en varios casos por corrupción, dijo el martes que “cierto sector” pretende “dinamitar la democracia” para “sacar provecho y tomar el poder que en las urnas el pueblo les quitó cansados de estar postergados y ver que unos cuantos querían seguir repartiéndose el Perú”.

[Condenan por fraude a seis años de prisión a la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner]

Desde el inicio de su gestión hace 16 meses, Castillo ha mantenido fricciones con la oposición legislativa, que ha fracasado dos veces por falta de votos en remover al presidente por “permanente incapacidad moral” (una causa indefinida que en su día implicó locura y que ahora muchos relacionan con una gestión corrupta).

Castillo tiene varias investigaciones preliminares fiscales, la mayoría por presunta corrupción. La hipótesis fiscal afirma que lidera una organización criminal y habría cometido corrupción.

En Perú un presidente no puede ser juzgado durante su Gobierno, sólo puede darse en caso de traición a la patria, disolución del Parlamento por casos diferentes a los permitidos, no convocar elecciones o impedir el funcionamiento de organismos electorales o del Congreso.

[El Tribunal Constitucional de Perú ordena excarcelar al expresidente Alberto Fujimori]

El Parlamento es impopular entre los peruanos: el 86% desaprueba su gestión. Castillo tiene un 61% de impopularidad, según una encuesta de noviembre del Instituto de Estudios Peruanos.

En medio de la lucha por el poder en la capital, la sequía más potente en medio siglo golpea los Andes y miles de aldeas rurales sufren por falta de lluvias que no permiten el inicio de la siembra de papas. Los pastos naturales han comenzado a agotarse provocando muerte de ovejas y camélidos.

El Gobierno también afirma que desde hace una semana el país sufre una quinta ola de infecciones por el nuevo coronavirus. Desde el inicio de la pandemia en 2020 han muerto más de 217,000 personas y 4.3 millones se han contagiado, según datos oficiales.