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Las autoridades le quitaron su arma. Cuando se la devolvieron, mató a su esposa a tiros

El hombre parecía obsesionado con los asesinos en serie y con planificar tiroteos masivos para “tranquilizarse” antes de dormir. Tras separarse de su esposa, fue a buscarla a un restaurante: “La mirada en sus ojos es una que nunca olvidaré”, dijo un testigo.
/ Source: Telemundo

Por Laura Strickler y Kate Snow – NBC News

Una noche de febrero de 2019, una mujer de 31 años fue trasladada una sala de emergencias en un suburbio de Birmingham, Alabama, con una herida de bala en el brazo derecho.

"Él me disparó", le dijo Megan Montgomery a los médicos, según un reporte obtenido en exclusiva por NBC News, cadena hermana de Telemundo. "Él" era su esposo, un oficial de policía local llamado Jason McIntosh.

La policía le quitó la pistola a su marido. Nueve meses después, la agencia principal de fuerza pública del estado se la devolvió, a pesar de los cargos pendientes de violencia doméstica y una orden de restricción activa. Solo 16 días después, usó el arma para disparar y matar a su esposa.

Los seres queridos de Montgomery quedaron destrozados al perder una devota hija y hermana, una profesional del marketing apasionada por rescatar animales. Les sorprendió que NBC News les dijera recientemente que el estado le había devuelto a su presunto abusador el arma que usó para matarla.

"Entonces, una orden de restricción le prohíbe 'contactar, llamar, enviar mensajes de texto, acosar, acechar', pero, ah, por cierto, ¿sí puede tener un arma? Es ridículo", dijo su madre, Susann Montgomery-Clark.

Incluso el abogado del presunto asesino se sorprendió de que hubiera recuperado su arma. "En mi opinión, fue irracional, ilógico y no prudente hacerlo", dijo Tommy Spina, quien enfatizó que no estaba excusando las acciones de su cliente. Spina dijo que sin el arma de fuego, "no hubiera pasado lo que pasó esa noche".

Las mujeres cuyos abusadores domésticos tienen acceso a un arma de fuego tienen cinco veces más probabilidades de ser asesinadas a tiros, según una investigación financiada por el Departamento de Justicia.

Después de tres décadas de descensos en los casos de mujeres asesinadas por sus parejas con armas de fuego, las muertes vienen aumentado desde 2013, según un análisis de datos del FBI realizado por el criminólogo James Alan Fox de la Universidad Northeastern.

En 2019, el año más reciente del que hay datos, 964 mujeres fueron asesinadas a tiros por sus parejas, en comparación con 211 hombres y mujeres que murieron ese año en tiroteos masivos. Eso supone una mujer asesinada por su pareja cada nueve horas.

Aunque la ley federal y muchos estatutos estatales prohíben que los abusadores domésticos posean un arma de fuego cuando existe una orden de restricción por violencia doméstica, pocos estados realmente les quitan las armas o las mantienen alejadas de los abusadores una vez que se emite una orden de restricción. Alabama tiene una ley de este tipo, pero los abusadores domésticos a menudo terminan quedándose con sus armas.

Los expertos dicen que la razón es una combinación de priorizar el derecho a portar armas por parte de los jueces y otros funcionarios, la falta de un procedimiento para confiscar las armas y la falta de conciencia por parte de la policía sobre cuán letal puede ser el riesgo.

Megan Montgomery y Jason McIntosh en 2019.
Megan Montgomery y Jason McIntosh en 2019.Cortesía de la familia Montgomery

Allison Dearing es la directora ejecutiva del Centro de Justicia Familiar One Place Metro Alabama en Birmingham, que brinda servicios a las víctimas de violencia doméstica. Siete mujeres, incluida Montgomery, fueron asesinadas a tiros por sus parejas en el condado de Jefferson en 2019.

"Sabemos que es predecible y evitable", dijo, "pero todavía no lo tratamos de esa manera".

Megan Montgomery hizo casi todo lo que los expertos dicen que se debe hacer para alejarse de un abusador doméstico, y aun así murió.

Cómo ocurrió todo

Jason McIntosh, un oficial de 43 años del Departamento de Policía de Hoover, Alabama, se casó con Megan Montgomery, 13 años menor que él, en febrero de 2018.

Montgomery publicó decenas de fotos felices en Instagram. Pero detrás de las cámaras su relación se había vuelto volátil, explicó su madre. Ella le dijo a NBC News que recuerda una vez que Montgomery llamó para pedir que la recogieran porque estaba varada en un estacionamiento de Walmart después de una discusión con McIntosh. "Hablamos con ella sobre eso", dijo Montgomery-Clark, "pero no sabíamos qué tan mal estaban las cosas".

"Ella sabía que si lo dejaba, la mataba", dijo.

En la noche del 23 de febrero de 2019, Montgomery y McIntosh tuvieron una pelea en su casa. Colegas del departamento de McIntosh respondieron a una llamada al 911 de McIntosh, quien dijo que Montgomery tenía una herida de bala.

Las radiografías muestran el daño en la parte superior del brazo derecho de Megan Montgomery cuando le disparó su esposo en febrero de 2019 (derecha) y la cirugía para repararlo (izquierda).
Las radiografías muestran el daño en la parte superior del brazo derecho de Megan Montgomery cuando le disparó su esposo en febrero de 2019 (derecha) y la cirugía para repararlo (izquierda).Cortesía de la familia Montgomery

Montgomery dijo que había agarrado el arma de servicio de McIntosh por su propia protección. Los dos comenzaron a forcejear por el arma y Montgomery recibió un disparo en la parte superior del brazo derecho.

McIntosh, de 6'4 "y 225 libras, le dijo a los oficiales que había pensado que Montgomery tenía su celular en la mano. Según el reporte, McIntosh dijo que fue solo cuando el arma se disparó y la bala alcanzó a su esposa que se dio cuenta de que habían estado peleando por un arma.

Debido a que McIntosh era un oficial de policía, el jefe de la Agencia de Aplicación de la Ley de Alabama ordenó al agente especial Vince Cunningham que investigara el incidente. ALEA, una agencia a nivel estatal, es la entidad investigadora estándar para los tiroteos involucrados por la policía en Alabama.

Cunningham tomó el arma de fuego de McIntosh. Entrevistó a Montgomery el 26 de febrero de 2019. Ella le dijo que durante el incidente "tenía miedo", según el resumen de la investigación escrito por Cunningham y obtenido por NBC News.

El resumen de ALEA dice que cuando se le preguntó a Montgomery si el tiroteo fue un accidente, ella dijo que sí. El resumen también dice que el oficial que llevó a Montgomery a la sala de emergencias le dijo a Cunningham que cuando los médicos le preguntaron a Montgomery qué sucedió, ella les dijo: "Me disparó".

El reporte de ALEA no menciona una escalofriante grabación de 13 minutos de una conversación entre McIntosh y Montgomery que el abogado de Montgomery dice que le dio a la agencia.

En la cinta, McIntosh habla sobre su fascinación por los asesinos en serie y cómo planificar tiroteos masivos era un "pensamiento tranquilizador" que lo ayudaba a dormir por la noche. También le dijo a su esposa que había sentido la necesidad de matarla a golpes con una raqueta de tenis, y que si lo hacía, se iba a parar junto a su cuerpo y decirle: "Ahora sí ríase, perra".

El fiscal de distrito no presentó cargos y concluyó en una carta que "no había evidencia que se cometiera un delito grave por parte de Mcintosh o Montgomery". El fiscal del distrito dejó abierta la posibilidad de que la ciudad de Hoover pudiera presentar un delito menor contra cualquiera de ellos. Eso nunca sucedió.

Megan Montgomery en 2019.
Megan Montgomery en 2019. Cortesía de la familia Montgomery

McIntosh renunció al departamento de Hoover en marzo en medio de una revisión de asuntos internos del tiroteo.

Montgomery hizo lo que es difícil para la mayoría de las víctimas de violencia doméstica. Lo dejó. Se mudó con sus padres y presentó una solicitud de restricción contra el abuso en la que le pidió al tribunal que le quitara las armas a McIntosh. El juez emitió una orden de restricción mutua para mantener a la pareja alejada el uno del otro que no especificaba retirar las armas.

La orden tampoco los separó. En la noche del 5 de mayo, la pareja discutió de nuevo en su casa y llamaron a la policía. Una vez más, los oficiales del departamento de Hoover respondieron. El reporte policial dice que McIntosh tumbó a Montgomery al suelo en el garaje y documentó un área inflamada cerca de sus costillas donde ella dijo que la golpeó.

Una vez más, Montgomery hizo lo que los expertos dicen que tenía que hacer. Siguió con los cargos por violencia doméstica. McIntosh fue arrestado y puesto en libertad bajo fianza. Más tarde, solicitó el divorcio.

Su madre dijo que empezó a ir a terapia y puso notas en su habitación que decían: "Soy fuerte. Soy fuerte. Soy fuerte". En septiembre, se mudó a un apartamento nuevo.

Mientras tanto, McIntosh le enviaba mensajes de texto repetidamente al agente especial de ALEA Cunningham pidiendo que le devolvieran su arma, según documentos revisados por NBC News. McIntosh afirmó que necesitaba el arma para conseguir un trabajo nuevo en seguridad privada. Aunque lo había usado como arma de servicio con el Departamento de Policía de Hoover, el arma era de su propiedad personal.

Cunningham coordinó con McIntosh para encontrarse y entregarle su arma el 15 de noviembre de 2019, según ALEA.

Megan Montgomery y su madre, Susann Montgomery-Clark, en la playa en 2019.
Megan Montgomery y su madre, Susann Montgomery-Clark, en la playa en 2019.Cortesía de la familia Montgomery

Unos 15 días después, en la noche del sábado, Montgomery estaba con amigos en un restaurante después de ver un juego de fútbol americano.

Según un relato de un testigo publicado en Facebook, McIntosh entró al bar y se acercó a su mesa.

"Le puso una mano en la nuca y otra en el hombro y le dijo que saliera", dice la publicación. "Todos lo miramos, le preguntamos quién era y él dijo: 'Esta es mi esposa, ella se va conmigo'".

El hombre que escribió la publicación dijo que Montgomery aceptó ir con McIntosh, "pero la mirada en sus ojos es una que nunca olvidaré".

Salieron del bar juntos en la camioneta de McIntosh. Terminaron a 11 kilómetros en el estacionamiento del centro deportivo de Mountain Brook, dice la policía de Mountain Brook. 

A las 4:30 de la mañana siguiente, un oficial de patrulla encontró el cuerpo de Montgomery boca abajo en el estacionamiento. Le habían disparado tres veces.

"Nuestros peores temores se hicieron realidad", dijo la madre de Montgomery.

La orden de arresto de McIntosh dice: "Jason Bragg McIntosh causó dicha muerte durante el periodo en que un tribunal había emitido una orden de restricción para Megan Louise Montgomery contra Jason Bragg Mcintosh".

Ya que existía la orden de protección, los fiscales estatales acusaron a McIntosh de asesinato capital punible con la pena de muerte.

El día después de que Montgomery fue encontrada muerta, le llegó a su casa una carta. Su madre la abrió. La carta era de la corte del condado y decía que Montgomery debía presentarse en la corte el 4 de diciembre para testificar en el caso de violencia doméstica de McIntosh. El caso había estado pendiente desde que presentó cargos en mayo.

En marzo de 2021, McIntosh se declaró culpable del cargo reducido de asesinato. Fue sentenciado a 30 años en la prisión estatal.

Nada en las leyes

Un portavoz de ALEA dijo: "Si ALEA no hubiera devuelto el arma, McIntosh podría haber comprado legalmente un arma de fuego".

Jason McIntosh después de su arresto el 2 de diciembre de 2019, en relación con el asesinato de Megan Montgomery.
Jason McIntosh después de su arresto el 2 de diciembre de 2019, en relación con el asesinato de Megan Montgomery. Departamento de Policía de Mountain Brook.

Pero el abogado de McIntosh señaló que, aunque su cliente podría haber comprado otra pistola, nunca lo hizo.

El portavoz de ALEA también le dijo a NBC News: "El arma era propiedad personal de McIntosh, la investigación se cerró y ALEA no tenía ninguna justificación legal para mantener su propiedad privada. Además, la orden de restricción no restringió el acceso de McIntosh a las armas de fuego. Si el arma hubiera sido un arma de servicio emitida por el departamento, ALEA la habría devuelto al departamento ".

Pero las leyes de Alabama especifican que nadie "que esté sujeto a una orden de restricción por abuso doméstico [...] deberá poseer un arma de fuego o tener una en su posesión o bajo su control".

Sin embargo los expertos legales apuntan que no hay nada en las leyes de Alabama que requiera que la corte le diga a la persona que tiene que entregar las armas.

Mientras tanto, no hay datos federales que rastreen cuántas mujeres han sido asesinadas a tiros por sus parejas a pesar de una orden de restricción. Pero, dijo la madre de Montgomery, "la historia de Megan se ha repetido en todo este país miles de veces".

Ella y su familia han comenzado un fondo comprometido con la prevención de la violencia doméstica al educar a las mujeres en la escuela secundaria y la universidad sobre los signos de relaciones abusivas.