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Trump dice que el país está bajo control. Pero el país no está de acuerdo

La percepción de Donald Trump, muy diferente a la de los votantes, proyecta la sensación de que la Casa Blanca está sorda a cinco meses de las elecciones de noviembre.

Por Jonathan Allen - NBC News

Desde detrás de las nuevas rejas de protección que le han puesto a la Casa Blanca, quizás el presidente, Donald Trump, no escucha ninguna señal de problemas.

"Lo estamos haciendo muy bien", dijo Trump el viernes acerca de la pandemia del coronavirus que ha matado a más de 105,000 estadounidenses.

La economía está cambiando de una manera que es "impactante incluso para los grandes profesionales", agregó desde la Casa Blanca, basado en cifras de desempleo más optimistas que la realidad. Según Trump, el informe de empleo de mayo convirtió esa jornada en un "gran día" para George Floyd, quien fue asesinado por la policía de Minneapolis el mes pasado.

Este domingo, el presidente dijo que estaba retirando de Washington las tropas de la Guardia Nacional porque había reprimido las protestas en una muestra de fuerza federal.

Trump indicó que tenía todo bajo control: la enfermedad, la economía y los disturbios civiles. Pero el 80% de los estadounidenses no está de acuerdo, según una encuesta de NBC y Wall Street Journal dada a conocer este domingo.

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El contraste contribuye a la sensación de que el presidente y su equipo político están sordos cinco meses antes de que los votantes decidan si le conceden otros cuatro años en el cargo, y ayuda a explicar por qué su oponente, el precandidato demócrata Joe Biden, continúa liderando en los estados que no tienen una definición clara a favor de los republicanos o los demócratas.

Trump tiene tiempo de sobra para cambiar las cosas. Los márgenes de Biden son apenas abrumadores donde está por delante, y es posible que, para noviembre, al presidente se lleve el crédito si la economía se recupera, si el coronavirus ha sido contenido, y si se implementan las reformas policiales.

Pero parece ser que Trump ha perdido terreno con una base que era estrecha para empezar, y no está claro que haya encontrado un enfoque para atacar a Biden y convencer a los votantes indecisos de que su rival demócrata es una opción más arriesgada.

Su campaña y el comité principal de acción política (superPAC) para recaudar fondos que lo apoya  han invertido dinero en anuncios que muestran a Biden como alguien de carácter blando con China, lo que puede ser útil para los aspirantes republicanos de la Cámara de Representantes y para los titulares republicanos del Senado que no tienen que preocuparse por los votos difíciles. Pero el propio Trump tiene un historial mixto en sus tratos con China.

El presidente Donald Trump camina frente a un muro con rayados por las protestas por la muerte de George Floyd.
El presidente Donald Trump camina frente a un muro con rayados por las protestas por la muerte de George Floyd.AP

Una persona cercana a Trump dijo en un mensaje de texto a NBC News que el énfasis en China por parte del equipo político del presidente es "sordo" y “fuera de momento" en medio de la discusión nacional en este momento.

"Sordo" es también la manera en que un comentarista de MSNBC, el reverendo Al Sharpton, describió los comentarios de Trump sobre Floyd.

"Muestra cuán sordo e insensible es", dijo Sharpton.

Lo que Trump sí ha escuchado en los últimos días es una reprimenda punzante del mundo militar en el que se ha adornado como candidato y presidente.

La decisión de Trump de desplegar agentes federales para despejar violentamente una protesta pacífica con gases lacrimógenos, balas de goma y bombas de humo para poder tomarse fotos con la Biblia en una iglesia cerca de la Casa Blanca el lunes pasado, y el uso de helicópteros militares para hostigar a los manifestantes en otros lugares alrededor de la capital de la nación, recibió fuertes críticas de un coro bipartidista de oficiales militares y diplomáticos retirados.

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"Los militares estadounidenses no tienen ningún rol que cumplir en el trato con los ciudadanos estadounidenses que ejercen su derecho constitucional a la libertad de expresión, por incómodo que sea el discurso para algunos", escribieron casi 300 de ellos en una carta.

El ex jefe de gabinete de Trump, el general retirado John Kelly, dijo que los estadounidenses deberían "analizar más detenidamente a quién elegir".

Y el exsecretario de Defensa de Trump, el general retirado Jim Mattis, rompió un largo silencio al escribir que la movilización del presidente de las fuerzas militares para responder a las protestas reflejaba un patrón de comportamiento más amplio.

"Donald Trump es el primer presidente en mi vida que no intenta unir al pueblo estadounidense, ni siquiera pretende intentarlo", escribió Mattis, "en cambio, trata de dividirnos. Somos testigos de las consecuencias de tres años de este esfuerzo deliberado".

 

 

En una serie de tuits que demuestran que los comentarios le quedaron marcados, Trump desgarró a Kelly como ineficaz y dijo que tanto él como el presidente Barack Obama compartían el haberlo despedido.

Será más difícil para Trump afirmar que tiene el apoyo de los militares si los altos mandos familiares apoyan públicamente su derrocamiento en el último tramo de la carrera electoral. El exsecretario de Estado Colin Powell, un general retirado que ha apoyado a los demócratas en cada una de las últimas tres elecciones presidenciales después de respaldar previamente a los republicanos, dijo este domingo en CNN que votará por Biden.

Los principales asesores políticos de Trump han estado luchando por definir su mensaje a los votantes, según Axios y The Washington Post. Esa es una señal preocupante para cualquier candidato.

Pero al menos por ahora, su maquinaria política parece estar avanzando hacia un mensaje combinado: que él es responsable de diseñar una recuperación ante la devastación económica de la pandemia ante la que tardó en responder, y que Biden tiene la culpa de la pérdida de empleos por la globalización hace casi tres décadas.

"160,000 empleos perdidos", dice el narrador de un anuncio que el superPAC de America First está ejecutando en Michigan. "No es una estadística. Son 160,000 noches de insomnio y conversaciones difíciles. Debido a que Joe Biden apoyó Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, dijo que no enviaría nuestros trabajos a México y respaldó los malos acuerdos comerciales con China que enviaron nuestros trabajos al extranjero. Son 160,000 razones de que Joe Biden no debería ser presidente", dice el aviso.

Más de un millón de personas en Michigan solicitaron beneficios por desempleo solo en abril de 2020, bajo la administración de Trump. Seguramente algunos de ellos se preocuparán más por la pérdida actual de empleos, por el coronavirus y su guerra comercial con China, que por un acuerdo del NAFTA que Trump renovó. Aunque dice que quiere vencer a Biden, ha hecho poco para acercarse a la gente y saber por qué 4 de cada 5 estadounidenses piensan que el país está fuera de control.

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