El sindicato que representa a los controladores de tráfico aéreo de EEUU demandó a la administración Trump por el pago que está congelado como parte del cierre parcial del gobierno, un signo más de la creciente tensión entre los trabajadores federales y el gobierno a medida que el impasse se acerca más a convertirse en uno de los más largos de la historia del país.
Los controladores de tráfico aéreo de la Administración Federal de Aviación se encuentran entre los 420,000 empleados federales que se consideraron esenciales y se les ordenó trabajar sin remuneración durante el cierre, que comenzó el 22 de diciembre debido a la negativa de los demócratas para dar luz verde a la la financiación de un muro a lo largo de la frontera sur de EEUU como demanda el presidente Donald Trump.
Los efectos del cierre están golpeando duramente a la aviación, ejemplos como el estancamiento de las aprobaciones federales requeridas para nuevos jets y rutas, así como certificaciones para nuevos mecánicos y otros trabajadores, son solo algunos de los contratiempos.
La Casa Blanca no devolvió de inmediato una solicitud de comentarios.
El cierre también se extiende a los miles de agentes de seguridad de pasajeros en los aeropuertos de EEUU.
Los funcionarios de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA, por su siglas en inglés) han estado llamando enfermos en un número supierior que en el mismo periodo del año pasado, dijo la agencia.
Los cerca de 51,000 oficiales de la TSA perdieron el viernes su primer cheque de pago desde que comenzó el cierre. Algunos dijeron a CNBC que planeaban recurrir a los ahorros para compensar el cheque perdido.
La demanda, presentada el viernes en un tribunal federal, alega que el gobierno "privó ilegalmente" a miles de controladores de tráfico aéreo "sin el debido proceso".
La Asociación Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo representa a unos 19,000 empleados de la FAA, que incluye a 14,000 controladores de tránsito aéreo.