Estados Unidos lanzó este viernes su ataque más potente contra Siria, en respuesta a un ataque químico realizado por el régimen del país árabe contra su población civil hace una semana.
Los bombardeos, con misiles de crucero y aviones tripulados, apuntaron a tres instalaciones asociadas con el arsenal de armas químicas de Siria, incluida una instalación de investigación científica alrededor de Damasco, una instalación de almacenamiento de armas químicas alrededor de la ciudad de Homs supuestamente utilizada para gas sarín y un puesto de mando cercano, dijo el Pentágono.
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Francia y el Reino Unido participaron en la acción militar conjunta, en represalia por el ataque en Douma, un suburbio rebelde en la capital, en el que perecieron 60 personas, entre ellas niños.
El régimen de Bashar Al-Assad niega responsabilidad en el ataque y Rusia culpa al Reino Unido de este.
Los objetivos militares fueron elegidos por la coalición para minimizar el riesgo de impactar accidentalmente a las tropas rusas estacionadas en Siria, según el general James F. Dunford Jr., presidente del Estado Mayor Conjunto.
Por su parte, las Fuerzas Armadas británicas dijeron que usaron cuatro aviones Tornado GR4 de la Royal Air Force para lanzar misiles Storm Shadow en una instalación de misiles donde se cree que el régimen sirio está almacenando armas químicas.
El Observatorio Sirio, una organización opositora, dijo que la 4ª División del Ejército Sirio y la Guardia Republicana estaban entre los objetivos militares.
Mientras, la televisión estatal siria dijo que los sistemas de defensa aérea del gobierno estaban respondiendo a "la agresión estadounidense" y emitió un video de misiles disparados contra el cielo nocturno oscuro. Informó que 13 misiles habían sido derribados por las defensas aéreas sirias cerca de Al-Kiswa, una ciudad al sur de Damasco.
El secretario de Defensa, Jim Mattis, dijo a los periodistas en el Pentágono el viernes por la noche que el ataque había sido diseñado como una operación de una noche.
"En este momento se trata de un ataque de una sola vez y creo que ha enviado un mensaje muy fuerte para disuadirlo [a Assad] de que no vuelva a hacerlo", dijo.
En abril de 2017, tras un ataque químico previo en el que murieron 86 personas, Estados Unidos lanzó 59 misiles Tomahawk desde dos buques de guerra estadounidenses en el Mar Mediterráneo.
Pero el aeródromo al que apuntaba el Pentágono reanudó las operaciones poco después del ataque y, de acuerdo con las evaluaciones de inteligencia occidentales, se reanudaron los ataques químicos.