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Análisis: Trump voltea la tortilla con su última propuesta migratoria

Trump ha sorprendido a demócratas y republicanos con su última propuesta, que permitiría la ciudadanía para 1,8 millones de indocumentados.

WASHINGTON - Al senador de Arkansas Tom Cotton, el líder de la línea dura de inmigración en el Senado republicano, le gusta el nuevo plan de inmigración del presidente Donald Trump.

También al legislador republicano Carlos Curbelo, un cubanoamericano de los derechos de los inmigrantes que representa un distrito políticamente competitivo de la Florida.

Y aunque el senador de Illinois Dick Durbin, el negociador demócrata clave en el Capitolio, criticó duramente las disposiciones de la propuesta para un muro fronterizo y restricciones a la inmigración legal no llegó a decir que no había posibilidades de negociarlo.

En definitiva, Trump ha volteado la tortilla.

La propuesta de la Casa Blanca al Congreso proporcionaría una vía legal a la ciudadanía para 1,8 millones de "Dreamers" que fueron traídos ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños y un "fondo fiduciario" de $ 25 mil millones para construir el muro fronterizo.

También reduciría drásticamente la inmigración legal al poner fin al programa de lotería de visas de diversidad del país y limitar las reclamaciones de reunificación familiar de los inmigrantes legales a miembros de la familia sólo sean cónyuges o hijos.

Al ofrecer proteger a los Dreamers que se inscribieron en el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia del presidente Barack Obama y a quienes no lo hicieron, los republicanos están presionando a los Demócratas y sus aliados para que le concedan no solo fondos para el muro sino también para considerar cambios al sistema legal de inmigración.

Es decir, les ofrece lo que han estado pidiendo, pero a un alto precio.

Trump probablemente no obtendrá todo lo que quiere, pero con el foco ahora en la política estadounidense para inmigración legal, ha delineado un camino claro para el Congreso que podría satisfacer a aquellos que quieren proteger permanentemente a los Dreamers y los que votaron por él a causa de su plan de muro en la frontera y la mayor represión contra la inmigración ilegal.

"Se puede ver un final feliz a la vista", dijo Jeremy Robbins, director ejecutivo de la Alianza para una Nueva Economía Estadounidense, que apoya una reforma migratoria integral. "La propuesta en sí es inviable... Lo que parece extremadamente claro es que hay un amplio apoyo bipartidista en ambas cámaras [para la legislación] tanto para la ciudadanía de los Dreamers y para fondos para el muro en la frontera".

No hay mucho tiempo para que el Congreso actúe. Trump anunció en septiembre que terminaría el programa DACA la primera semana de marzo. Cuando los demócratas acordaron reabrir el gobierno el lunes después de un cierre de dos días y medio, el senador Mitch McConnell, republicano por Kentucky, dijo que era su intención debatir la legislación a principios del próximo mes.

Es difícil ver cómo los partidarios de frenar la inmigración legal acumularán los votos necesarios para implementar la propuesta del presidente. Y es fácil ver por qué Trump podría pensar que era mejor comenzar con una posición de línea dura si finalmente firmará una legislación que no alcanzará su objetivo anunciado.

Los elementos más duros de su propio partido ya están presentando resistencia.

El representante Steve King, republicano de Iowa, el legislador más virulentamente antiinmigrante de la Cámara, destrozó el plan en Twitter el viernes.

"El pueblo estadounidense tiene derecho a hacer cumplir nuestras leyes y un derecho a una frontera sellada. Las personas ilegales no tienen derecho a estar aquí y TODAS han violado nuestras leyes. Este acuerdo # Amnistía negocia con la soberanía estadounidense", escribió.

Y Roy Beck, presidente de NumbersUSA, que apoya imponer límites a la inmigración, prometió luchar contra la propuesta de la administración.

"Bajo la propuesta de la Casa Blanca, los adultos jóvenes inmigrantes ilegales que cruzan la frontera y los que se quedan sin visa obtendrían beneficios inmediatos, incluido, lo más importante, el derecho a competir con los estadounidenses en el mercado laboral permanente", dijo Beck. "Pero los trabajadores estadounidenses vulnerables obtendrían poco o ningún alivio de la competencia de la inmigración en cadena durante 15 o 20 años".

El Congreso aún tiene mucho trabajo por hacer en un tema difícil para los legisladores durante años, pero Trump respondió a los pedidos de que la Casa Blanca reexaminar su posición con un bosquejo que hace concesiones serias a los Demócratas sobre los Dreamers y les pide garantizar fondos para el muro.

Al hacerlo, hizo más difícil para los demócratas y sus críticos republicanos argumentar que él no está tratando de encontrar una solución, y se arriesgó a enajenar partes de su base en nombre de la legislación. Para un presidente que ha luchado por lograr el tipo de acuerdos bipartidistas que prometió en su campaña electoral, la propuesta es un gran paso en esa dirección.