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Críticas mundiales contra Trump por considerar Jerusalén como capital de Israel

La última decisión del presidente provoca la reacción en contra de la mayoría de países (con una excepción), y de líderes católicos y cristianos

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha reconocido hoy a Jerusalén como capital de Israel, y Naciones Unidas, la Unión Europea, y líderes árabes han coincidido en que es una mala idea que puede poner en peligro la frágil estabilidad de Oriente Medio. Israel ha agradecido el gesto.

Trump ha ordenado al Departamento de Estado que traslade la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, tal y como requiere la ley una vez que se considera a esa ciudad como capital del país, aunque este movimiento llevará varios años, según funcionarios norteamericanos.

Mientras, en Gaza, cientos de palestinos han quemado banderas estadounidenses en protesta por esta decisión, clamando que Jerusalén es su “capital eterna”, una opinión compartida por los israelíes. El consulado estadounidense en esa ciudad ha instado a sus ciudadanos a evitar las zonas con mayor presencia policial o militar, en especial la parte vieja, así como Cisjordania.

Trump ha llamado a “la calma, la tolerancia y la moderación”.

“El estatus final de Jerusalén es algo que debe ser resuelto mediante negociaciones directas entre las dos partes”, ha asegurado el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, que se ha declarado en contra de “medidas unilaterales” como la anunciada hoy por Trump.

Guterres ha calificado de “legítimas” las “aspiraciones” de palestinos e israelíes, y ha aposado por la solución de dos estados como la única posible. En ese escenario, Jerusalén sería una ciudad compartida.

La decisión de Trump ha sido criticada también por Jordania, Egipto, Turquía, y Arabia Saudí, aliados de Estados Unidos en la región. Así como por líderes cristianos y católicos.

El presidente palestino, Mahmoud Abbas, por su parte, ha calificado el anuncio como “una declaración de retirada del papel que [Estados Unidos] ha jugado en el proceso de paz”; un equipo de negociadores de la Casa Blanca lleva meses negociando un nuevo acuerdo con israelíes, palestinos y países de la región.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha calificado la decisión como “histórica”, y “un importante paso hacia la paz”.